30 noviembre 2009

Clases de gestión con Hamlet, Macbeth y Otelo


El último libro de Juan Carlos Cubeiro es una obra para saborear, para leer con calma y aprovechar las muchas propuestas que nos hace. El tema del liderazgo, es decir, la naturaleza humana y la gestión de las emociones. Hasta aquí nada nuevo. Lo interesante y recomendable es cómo aborda el análisis y el desarrollo del liderazgo.

En forma de novela, Cubeiro cuenta cómo veinte directivos españoles entre los que están Isidoro Álvarez, Amancio Ortega, Emilio Botín o Esther Koplowitz se reúnen para realizar un programa de liderazgo basado en las obras de Shakespeare. A partir de aquí y, en concreto, con el visionado de versiones cinematográficas de las obras del Bardo, se descubren las similitudes de las tramas y personajes shakespearianos con el mundo de los negocios y la gestión empresarial.

Uno de los logros de este libro es que, tanto si se conoce o no la obra del genio inglés, Cubeiro consigue captar su atención y despertar el interés por leer estos libros o ver alguna de las películas, para bucear entre líneas, reflexionar y encontrar modelos de actuación que pueda poner en práctica en su vida personal y profesional. 

Entre las muchas obras del dramaturgo, Cubeiro escoge Ricardo III para recordarnos que “el verdadero poder no está en mandar, sino en servir” y que “para tener confianza hay que generarla a través de un sistema justo”. El sueño de una noche de verano, nos enseña la importancia de saber escoger, porque “lo irracional interviene mucho más de lo que creemos”. Las intrigas y los corrillos de pasillo son los obstáculos que hay que salvar para mantener la armonía de cualquier comunidad y que le costaron muy caros a Otelo. A través de la historia de amor de Romeo y Julieta aprendemos sobre los desastres que provocan las rivalidades y las repercusiones de los matrimonios de conveniencia, que son similares a las fusiones empresariales.

No falta Macbeth. Ahí, cuestiones como la ambición y las consecuencias de la falsa seguridad de líder que cree que nada le va a pasar quedan patentes de manera brutal. Y, por supuesto, Hamlet, la tragedia del hombre incapaz de tomar una decisión; el querer o no querer ser líder; saber qué te motiva y asumir que “puedes errar, pero no quedarte paralizado”. Pero aquí no se cierra el telón, la función continúa en el libro.


Ángela Méndez, redactora de Expansión y Empleo.
Publicado en Expansión y Empleo, el 11 de Octubre de 2009.

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