30 julio 2010

Entrevista a Juan Soto

Por José Antonio Sáinz García, D.G. de Eurotalent




Glosar el currículum del amigo Juan Soto aunque fuera de manera somera, equivaldría a renunciar a escribir sobre otro tema porque agotaríamos el espacio de la entrevista. Constituye un magnífico ejemplo de persona cercana y sencilla al que le ha dado tiempo en la vida para atender tantas y tan diversas solicitudes profesionales y personales que no me extrañaría verle mañana publicando un grueso libro con el título “Confieso que he vivido” y bajo el pseudónimo de El gorrión.

Un par de datos: su apellido titula un informe ministerial publicado en 2003 que él coordinó para promocionar el uso de Internet en España; actualmente es Presidente de honor de Hewlett Packard y se dedica a acompañar a más de una docena de organizaciones para las que realiza actividades distintas pero siempre aportando alto valor añadido.

Su diversidad cultural y profesional constituyen las claves de este hombre tan actual y poliédrico, pura energía cinética que se mimetiza con su pasión por el desarrollo tecnológico de España, del mundo y de Málaga. Hablamos con Silicon Soto, Vicepresidente de Honor del Málaga Valley, al que también Eurotalent pertenece por su sede en esta ciudad.

P. Gracias Juan por aceptar la propuesta de Eurotalent de inaugurar nuestro Observatorio.
J.S. A mí sí que me ruboriza aceptar que una empresa tan importante como la vuestra, con vuestro talento…. (así siguió varios minutos poniéndonos una jamonería y recordando y agradeciendo cada colaboración que tuvimos en el pasado en varias empresas que él contribuyó a encumbrar, con su tono siempre recatado que invita a la tertulia. Esta es la esencia de Juan Soto)

P. En esta crisis han caído en España muchas empresas y el desempleo se ha más que duplicado ¿por dónde ves océanos azules que al menos permitan llenar el inmenso hueco de empleo que han dejado la crisis financiera y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria?
J.S. En España ocurre además que no tenemos mucha industria si nos comparamos con los países a los que queremos parecernos. Fíjate en Alemania, cogió la ola de la mecánica y la defiende generación tras generación. Cuando se pretende competir en sectores en el que otros llegaron antes y ocuparon el terreno, siempre hay oportunidades pero es muy difícil. El nuevo océano azul para España está en la bioingeniería, la biotecnología y nuestra ministra es un excelente referente de esa ola que está en estos momentos subiendo, y a la que España puede y debe aspirar y esta aspirando, y tiene ya ejemplos admirables, de compañías que pueden explotar ese nuevo conocimiento que se está creando y llegar a tener una importancia relevante en el mercado mundial. Ahí hay que poner dinero y se está poniendo.

P. ¿Y en Internet?
J.S. Aquí las iniciativas requieren mucho capital para que se llegue a conocer tu producto o tu servicio por muchos usuarios, salvo alguna genialidad como el buscador de Google que en el momento de su instalación era objetivamente mejor que los demás. Si echamos la vista atrás nos encontraremos con muchas empresas que han perecido y otras, como Amazon que han triunfado, aunque curiosamente no en España, no se por qué, probablemente porque aquí a la gente le gusta más ir a por el libro o porque aquí siempre pasa que aceptamos las novedades con bastante retraso. Nunca se sabe. Lo importante es que logremos tener muchos mineros en la mina, nunca se sabe dónde se descubrirá oro pero sí podemos estar seguros que cuantos más tengamos, más kilos de oro se extraerá al caer la tarde, cada día. Es importantísimo que se creen muchas start-ups pero que cuenten con todos los componentes necesarios para que tengan una cierta opción de supervivencia. Idea brillante, afinada; producto más que servicio; promotor constante, influyente y dedicado a la conquista, a la lucha y a la perseverancia; dinero accesible y luego demanda pionera.

P. Sin embargo ¿no te parece que en este país tenemos un número insuficiente de empresas grandes e importantes? En esta línea yo te he oído decir por ejemplo, que para ser de verdad una organización del Málaga Valley, hay que empezar a acreditarlo, colocando alguna sede en Málaga.
J.S. Exactamente. Si fuéramos como son los californianos, tendríamos muchos start ups, desde hace muchos años, pero no somos así… Y sin embargo, lo cierto es que este país es muy diferente hoy de hace 15 años. Entonces no había ninguna compañía multinacional, prácticamente. Ahora tenemos una docena y pico. Son verdaderamente compañías globales y eso yo jamás pensé que iba a verlo en mi país. Se trabaja con 3 escuelas de Business Administration, que son de las mejores del mundo en todos los rankings. Repara, por cierto, en que ninguna de estas compañías globales es industrial, pero sí somos un país con razonables servicios financieros, y de razonable conocimiento de telecom, de energía y de construcción, para que brillantísimamente lideradas esas compañías por sus presidentes y CEO’s actuales, hayan dado un salto admirable.

P. De acuerdo con las que hay ¿pero cómo hacemos para que haya más?
J.S. No se puede crear de la nada. Mira la fuerte presencia que tiene hoy Inditex en el exterior. Son compañías que tienen ya una existencia y una presencia buena en España. Las industriales no están porque nunca hemos tenido un sector industrial relevante de origen español. Pero puede ocurrir que, en esta nueva ola de biotecnología, o en otra que surja, España pueda tener más opciones de las que ha tenido en las anteriores, aunque en las anteriores nunca se intentó, diría yo. Por enfocarlo de otra manera, tampoco me quejo de nuestra capacidad de aprovechamiento de nuestra lengua y eso que no empezamos hasta 1994 en Latinoamérica, aprovechando la lengua común, aprovechando los mercados y los sectores en los que sabíamos trabajar. Luego fuimos saltando al resto de Europa y después, poco a poco a los EE.UU. y un poquito también en Asia, poco a poco. Este país hoy en día no puede soñar con ser un valle del silicio, pero los jóvenes tienen que seguir entrando en la mina todos los días, porque algún día alguno de ellos puede encontrar El Dorado.

P. ¿Y qué opinas del sistema de ayudas públicas que existe en España para los emprendedores? La alta mortandad de empresas en esta crisis ha afectado fundamentalmente a las más débiles y pequeñas. Ninguna gran marca española ha desaparecido, y desde la UE están cuestionando mucho la aplicación de los fondos comunitarios que hicieron en estos años países como Grecia o España.
J.S. Bueno, Zapatero propuso hace ya un año o algo más, que el déficit del 12% que teníamos en 2009 convergiera al 3% en el 2013, difiriendo dos terceras partes de la convergencia a los dos últimos años. A nadie le pareció mal entonces en Bruselas y así lo aprobaron, los mercados no protestaron y sólo como consecuencia de la crisis de la deuda, esos mismos mercados y después los políticos de la UE, el FMI y Obama, al ver la sensibilidad y la amenaza que despierta nuestro alto déficit global, empezaron a dudar y se desdijeron al exigir cancelar dos terceras partes del déficit en los dos primeros años, 10 y 11, y dejar la tercera parte para 2013. Él intentó diferir el ajuste a 2012 y 2013 porque para entonces la economía española estará más fuerte, los ingresos fiscales serán más altos y sería menos sacrificado el ajustar. Y como él no está por la labor de hacer muchos cambios estructurales pues era sensata su postura, repito, bendecida por los mercados hasta hace dos meses o un mes.

P. No es culpar un político, es culpar, a un aspecto de la política económica.
JS. El déficit público en que España incurrió en el año 2009 fue un porcentaje del PIB de los más altos de los grandes países europeos y uno de los más altos que yo recuerde, muy parecido al americano, que manejaba el 10%, como consecuencia del interés que se puso, en dar un impulso keynesiano a la economía totalmente amenazada por la crisis. Nadie cuestionó aquello cuando estábamos en mitad de la crisis a comienzos de 2009. El país estaba pagando, no cobraba impuestos. El déficit era tan grande como lo que se cobraba de impuestos: sólo se podía pagar la mitad de lo que se incurría. Después supimos que el PIB español se redujo en 2009 un 3,4% a pesar del 10% del déficit, que creció la demanda pública o no, para que la actividad no se parara. A todos nos pareció racional, que el ajuste se produjera en cuatro años. Yo recuerdo de lo que ahora hablabas, pero aquello nos pareció a todos bien. Nadie gritó entonces, suba usted los impuestos, o quite usted el gasto ¿cuánto hubiera bajado España en PIB en el año 2009 sin ese abultado incremento del déficit público? Ahora bien, el chorreo de gasto innecesario que se ha ido generando desde los 90, como consecuencia del tirón de la economía de los siguientes 12 o 13 años, más gastos corrientes, inflación, más carácter progresivo de la imposición, más generación de riqueza verdadera, todo este conglomerado ha propiciado que el presupuesto de todas las Administraciones. estatal, autonómicas y locales, en estos últimos 15 años se habrá multiplicado por 3. Había dinero para todo…

P. ¿Qué deberíamos hacer entonces en España para superar cuanto antes esta crisis y salir fortalecidos?
J.S. Nosotros no hemos perdido competitividad, y se está viendo en los últimos años que han decrecido bastante menos nuestras exportaciones que nuestras importaciones y por eso el déficit corriente ha bajado ya del 10 al 4 y pico por ciento. No hemos perdido competitividad en los sectores que exportan, independientemente que España no haya crecido en productividad horaria y otras, a pesar de la paridad del euro, a pesar de la inflación diferencial de España respecto al resto de la Comunidad Europea. Año tras año crecieron nuestras exportaciones hasta el 2007. Ahora, también es verdad que un país que sólo tiene ciertos sectores exportadores, multiplicarlos de la noche a la mañana, es muy difícil.

P. ¿Qué les dirías para que se pusieran a ello?
J.S. Cuando existe demanda local, cuesta muchos decirle a los empresarios que se vayan a vender fuera. Ha habido muchas compañías que se han puesto a exportar durante estos últimos años, y nunca lo habían hecho antes. La apertura del mercado exterior de nuestras compañías exportadoras, se ha multiplicado muchísimas veces en los últimos quince años. Pero la economía ha crecido tanto, que el porcentaje de incremento de las exportaciones habrá aumentado sólo ligeramente sobre el PIB y también repito, hemos ido al “tran, tran”. Lo generación de tanto valor añadido en el sector inmobiliario y de la construcción se producía en España. Los pisos o las autopistas no se hacían en Singapur o en Hong Kong, se hacían aquí. Además para pagar el déficit corriente acudías al ahorro exterior, te endeudabas para hacerte tu piso, tu casa, tu microestructura, si eras una autonomía o el Estado. Metimos mano en los ahorros de los extranjeros durante muchos años, de forma descarada.

P. ¿Cómo explicas el alto y acelerado desempleo?
J.S. La burbuja inmobiliaria generó toda esa demanda de mano de obra poco cualificada para hacer pisos, casas en la playa, para nacionales o para extranjeros que viven de su pensión, o vienen en sus vacaciones. La masiva llegada de emigrantes tuvo este origen: se generó mucha demanda de mano de obra no cualificada para el sector de la construcción y para el sector de servicios personales, que también ha crecido muchísimo: las tiendas, la hostelería, la restauración, los supermercados y las empleadas de hogar. Ese gran aumento en la demanda de servicios personales, tampoco puede satisfacerse fuera, hay que generarlos al lado del cliente. Esos sectores que generan valor localmente, independientemente de donde te financies, generó una demanda enorme de mano de obra que ha traído aquí a 5 millones de seres humanos desde el año 96 al 2008.

P. Según el grupo de sabios europeos, Europa va a seguir necesitando en los próximos años recibir un buen número de emigrantes para mantener el estado del bienestar y compensar el envejecimiento de su población.
J.S. Veremos. De momento tenemos un superávit tremendo porque cuando se paró el chollo inmobiliario, la empresa española se ajustó rapidísimamente. Eso sí es admirable, el ajuste rapidísimo de capacidad por parte del tejido empresarial español, cuyo inconveniente ha sido el nivel de desempleo, que se ha ido a los 4 millones y medio. España estaría muchísimo mejor ahora si no tuviera que curar este tumor inmobiliario y de sueños personales de dinero fácil, estaría muchísimo más sana. Sin embargo, el tejido empresarial español está sanísimo, y así lo ha demostrado con su rapidísimo ajuste. No han desaparecido tantas compañías ahora en comparación con otros años, salvo microempresas de uno o dos empleados o autónomos. No recuerdo ninguna compañía de cierto nombre en España, salvo promotoras o inmobiliarias que se haya hundido. Es impresionante esta fortaleza, con tanta crisis. Nunca en la historia de España se había visto esto. El IBEX, el año pasado, salvo alguna empresa concreta, dio unos beneficios de un single digit. Y este año ha tenido un crecimiento de un 1,9 %. Entonces, cuidado con pensar que las cosas que se están haciendo mal. Nuestra sociedad es mucho más fuerte, la empresa es mucho más inteligente, está mucho mejor dirigida que antes, se ajusta rapidísimamente, no se hunde fácilmente, a pesar de las dificultades financieras que los bancos han tenido, estamos mal pero no bajan dramáticamente los beneficios según la central de balances del Banco de España. Lo único verdaderamente difícil de resolver es la dificultad de poder generar puestos de trabajo para esas personas que tienen un perfil que no encaja con el nuevo modelo de crecimiento.

P. Y ¿qué opinas de la actual crisis de la deuda generada por la desconfianza de los mercados que incrementa tanto los intereses a pagar por España como su afianzamiento? ¿qué papel desempeñan los hedge funds en este juego para evitar que les restrinjan sus actuales competencias?
J.S. Todavía recuerdo el nombre de un hedge fund, International Capital Management, que casi hunde a todo el mundo, en el año 98. Nunca he entendido porque las autoridades, los reguladores financieros no se han cargado toda esa ingeniería especulativa. Bueno, eso es una chapuza pero no deja de ser un mercado, porque, claro, tú haces apuestas y si te salen mal, aguantas las consecuencias. Es un juego estúpido como la Bolsa en general que a mí nunca me ha gustado.

P. Existe consenso en cuanto a que la crisis global la han generado los excesos del sistema financiero, si bien en Estados Unidos se han llevado la palma. Sin embargo, Estados Unidos ya ha reaccionado y en Europa a día de hoy no ha habido una sola modificación.
J.S. Este año. Ahí está nuestro amigo Jaime Caruana en Basilea está trabajando intensamente con Delavoisiere que era un ex gobernador del Banco Central Francés, han hecho un informe que tiene todas las bendiciones, lo que se refiere a Europa, está prácticamente cerrado.

P. Por favor Juan, un decálogo de medidas para incrementar el número de empresas fuertes y globales en España, como solución de salida de la crisis con empleo suficiente y de calidad para mantener un estado de bienestar razonable.
J.S. Sería muy bueno que las hubiese, sí. Pero crear una empresa y hacerla crecer no es fácil. Hay 3 millones de autónomos en España que constituyen un magnífico puente en muchos casos hacia una empresa multipersonas. Cuando prosperan llegan a tener en su mayoría uno, dos, tres empleados, pero se quedan ahí, no crecen. Sería interesante que hubiera una escuela de negocios que fuera analizando el proceso de consolidación de las compañías de más de 50 millones de euros. Por otro lado, muchos autónomos lo son por necesidad, no por vocación, pues no tienen empleo y se ponen a trabajar por su cuenta. Este problema necesita ya una atención especial porque supongo que en la actual coyuntura y con un mapa muy densamente ocupado, va a ver nuevos miles de autónomos este año.

P. Si en el corto plazo, las soluciones son tan complicadas ¿qué debería cambiar en España para evitar o al menos paliar estos tremendos desajustes en tiempos de crisis?
J.S. En efecto, quitando la excepcionalidad de esa docena y media de compañías multinacionales en España, que es un milagro con el que yo nunca soñé en tan corto tiempo, lo demás es manifiestamente mejorable y lo digo como oportunidad. De la misma forma que hay muchas sinergias que hace que Alemania y Japón mantengan su calidad mecánica generación tras generación. Y que Estados Unidos en lo que es el software haya arrasado por todas partes, por ejemplo Intel en microprocesadores, esa contumacia de las evidencias me lleva a pensar que lo que tenemos que hacer es trabajar en las coordenadas, en las variables básicas. Y lo más importantes es la educación y la infraestructura. En educación hay mucha inercia por parte de los profesores, por parte de los padres, por parte de todos, hay muchos intereses en conflicto. Es muy difícil conseguir una educación más moderna, más eficaz, más orientada al logro, en la que los niños, pues a lo mejor, tienen que sufrir un poco más de lo que sufren si quieren ser un poco mejor mañana. Se trata de ir introduciendo más veta anglosajona de disciplina, de autorresponsabilidad, que es la que realmente en los últimos 50 ó 60 años han dominado el modelo de la visión del mundo. La visión del mundo es anglosajona, clarísimamente. Además tuvieron la suerte de que Locke era británico y les separó del idealismo, diciéndoles que la idea no existe fuera de la mente humana, o sea, dedíquense a lo que puedan tocar y ver y medir y déjese de metafísica. Mientras, en el continente, Kant con su idealismo profundo, nos hizo perder un siglo dedicados a la idea y la belleza, antes de dedicarnos como los anglosajones a ver cómo funcionan las cosas a nuestro alrededor e intentar aprovechar lo que se pueda del entorno que me rodea, ese pragmatismo, ese empirismo, ese utilitarismo anglosajón también es necesario que impregne nuestra belleza y nuestra verdad, las dos grandes fuentes de debilidad y de felicidad para el ser humano. Tenemos que procurar ser vulgarmente más útiles, más productivos…

(Éste es el problema de tratar con un auténtico internista: cuando acabas una entrevista interminable para tratar los problemas más mediáticos de la economía española, Juan encuentra el hueco para recordarnos que cuando pase este huracán, volveremos a ver en nuestro espejo los reveladores datos aportados por la Fundación Cotec hace una semana: nuestra productividad del trabajo es un 25% inferior que la de Estados Unidos y un 20% inferior que la de la UE de los 15. Este es el reto para el talento español.)


Eurotalent.

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