30 junio 2011

(Des)empleo para dummies

La última Encuesta de la Población Activa ofrece el dato, ya por todos conocido, de 4.910.200 personas desempleadas. Probablemente sean más, unos seis millones, porque en la EPA no aparecen los prejubilados que no se inscriben como despedidos, quienes reciben cursos de formación y muchos autónomos que no se apuntan al INEM. Una tasa del 22%, que triplica la de Alemania y duplica la de Portugal. Uno de cada tres desempleados lleva más de un año fuera del mercado laboral y 1’3 millones de familias enteras en el desempleo. En España, de cada 100 personas económicamente activas, sólo trabajamos 40. Un drama humano.

Lo peor es que esto va para largo. El FMI calcula que nuestro país crecerá por debajo del 2% como mínimo hasta el año 2017. El déficit público, el pago de la administración a las empresas de 158 días, el IVA por adelantado, el funcionariado improductivo, el cierre del crédito (sólo la mitad de las pymes españolas han tenido acceso a la financiación, frente al 66% de la zona euro y el 76% de las alemanas), el absentismo laboral (más de un millón de trabajadores, el equivalente al 6% del PIB, faltan a su puesto de trabajo cada día) y la escasez de emprendedores (ha pasado del 2’8% al 2’1%) demuestra que las causas son muy profundas, de falta de liderazgo a tres niveles:

- En la sociedad. Unos nos han repetido que lo peor ya había pasado; otros se frotan las manos porque “cuanto peor, mejor” y seguimos asistiendo a la goyesca “riña a garrotazos” en versión política. La escena española es un “Sálvame” a gran escala. Falta integración, falta ambición, falta grandeza de miras en unos y otros.

- En las empresas. La calidad directiva es, salvo excepciones, deplorable. Las pymes en más de un 85% de los casos no utilizan la formación bonificada. Las compañías son poco innovadoras y no salen al exterior. Se vive de la subvención y desaparecen anualmente una de cada cuatro S.A.

- En los profesionales. “El talento escasea y el sueldo de los demás mengua”, Tim Hartford (Financial Times). 5’6 millones de personas cobran el salario mínimo interprofesional; 168.000, más de diez veces el SMI. ¿Empleabilidad? McKinsey calcula que sólo el 25% de los ingenieros, el 15% de los economistas y el 10% del resto de licenciados son aptos para trabajar en una multinacional. En nuestro país (con poco conocimiento de idiomas, preparación excesivamente teórica y actitud muy blanda) la situación es peor.

Me ha impresionado la reciente película “The Company Men”. El CEO decide despedir a buena parte de la plantilla para que su cotización en bolsa aumente y no sea presa de grupos rivales. Y así se prescinde de profesionales bien preparados, comprometidos, que por su edad y por su sueldo lo tienen muy difícil ahí fuera. Y eso que en EE UU hay empresas de “outplacement” para ayudarles (aquí son la excepción y no la regla por falta de sensibilidad sindical y patronal) y les queda la vía del emprendizaje, del agente libre (en España un emprendedor se concibe, en general, como alguien que no tiene la fortuna de haberse “colocado” por cuenta ajena).

Afrontémoslo: como país, nos espera década y media de bajo crecimiento. Hay ganadores y perdedores: las empresas innovadoras, que fomentan un clima laboral de satisfacción, rendimiento y desarrollo y que se abren al exterior; los profesionales que actualizan sus conocimientos, que aportan realmente valor, que se comprometen con sus organizaciones. Este 2011 recordamos el bicentenario del fallecimiento de Jovellanos y el centenario del de Joaquín Costa. Pensadores patriotas, sanamente críticos, que nos animaban a valernos por nosotros mismos y a invertir en educación. Se ve que no les hemos hecho mucho caso.


Eurotalent.
Publicado en Dossier Empresarial, el 6 de Mayo de 2011.

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