31 enero 2011

El problema de la llamada ley Sinde



Ayer por la tarde/noche fue rechazada la llamada Ley Sinde. Esta ley deberá pasar por el Senado y regresar al congreso para su aprobación, así que todavía pueden pasar muchas cosas.

¿Pero qué es la “ley Sinde”? Podemos leer en la prensa que es “una ley para cerrar las webs de descargas”, su principal objetivo es cerrar las webs que facilitan descargas de contenidos protegidos por derechos de autor. Tras bucear un poco en lo que realmente se propone esta ley y lo que dicen sus detractores y sus defensores lo único que pretendo es dar mi humilde opinión sobre el tema. Con aquellos que no estén de acuerdo conmigo, me mantengo abierto al debate. Si me presentan argumentos convincentes quizás consigan hacerme cambiar de postura.

Parto de la premisa que la persona que compone una canción, escribe un libro, produce una película etc., debe ser recompensada mediante los derechos de autor, lo cual debe seguir siendo así. Quien se lucra con esas obras y no entregue su porcentaje al autor comete un delito. Esta es mi opinión inicial. ¿Qué ocurre? Personalmente considero que tenemos que ponernos en el año 2010, casi en el 2011 y ver el contexto en el que nos movemos.

Los grupos a favor defienden la postura de acabar con la piratería en internet, opinión que comparto. En contra, se aboga por la libertad en la red y se pone en duda la fiabilidad de una comisión de composición incierta, que decidirá que webs se deben remitir al juez para su cierre. Al parecer es precisamente esa comisión lo que no gusta a los internautas, postura que también comparto. No creo que una comisión nombrada por Dios sabe quién y bajo el control de qué personas tenga la potestad de decidir cuáles son las webs que incumplen la ley y que deben ser remitidas al juez para su cierre. Considero que una decisión de tal magnitud debe dejarse íntegra y exclusivamente en manos de quienes velan por el cumplimiento de los derechos, los jueces, insisto, sin intermediarios, los cuales pintan demasiado poco en esta historia. Quien se sienta vulnerado en sus derechos que lo denuncie y un juez decida, sin más.

A continuación concluyo con lo que, a mi modo de ver, es la base del problema, que no es otra, que el modelo de negocio de las industrias de contenidos: editoriales, distribuidoras de películas/series y discográficas; estas últimas ya menos pues están aprendiendo. Si no hay posibilidad de comprar estos contenidos por internet a precios razonables la piratería seguirá existiendo. Si por internet los contenidos, en el caso de encontrarlos, cosa harto difícil o imposible en muchos casos, tienen el mismo precio que en una tienda física los internautas se sienten y con razón estafados. Si por ejemplo, un libro físico cuesta 25€ o 30€ en una librería y su precio de descarga en formato electrónico es idéntica cantidad, dígame usted quien se queda con los costes de impresión, distribución y margen de la librería. Lo mismo ocurre con las películas/series, si puedo descargarlas con definición HD a precios razonables lo haré antes de intentar verlo con una calidad de imagen y audio pésimo. La música, afortunadamente ya sufrió este tema y hoy podemos acceder a contenidos discográficos a precios razonables. Creo entonces que las industrias de los contenidos llevan cinco años de retraso respecto a la realidad de Internet y son incapaces de adaptar su modelo de negocio y que ahí tendrían el inicio para ganar la batalla.


Eurotalent

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