30 abril 2010

Lo que nos enseña el deporte



Somos un país curioso. La novena potencia económica del mundo, la 33ª en competitividad y productividad y uno de los mejores (cuando no el mejor) en las principales disciplinas deportivas: número uno del ranking FIFA a menos de 100 días de jugar el Mundial de Sudáfrica, con el club ganador de todas las competiciones en 2009, Campeona del Mundo y Subcampeona olimpica en baloncesto, campeona de la Copa Davis en las dos últimas ocasiones, con un doble campeón del mundo de Fórmula uno, ahora líder en Ferrari, con el vencedor del Tour de Francia y dominando el mundial de motos… ¿Cómo es posible que España, una de las naciones que más tardará en salir de esta crisis –según buena parte de los especialistas consultados- viva la edad de oro del deporte?

Un servidor ha tenido el privilegio de escribir, junto a la Dra. Leonor Gallardo (profesora titular de Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha) una trilogía sobre este tema: “Liderazgo, Empresa y Deporte” (premio Éveris al mejor ensayo), “La Roja. El triunfo de un equipo”, sobre la victoria en la Eurocopa y “Liderazgo Guardiola”, que acaba de llegar a las librerías. Me atrevería a decir que nuestro país ha entendido en el deporte, mejor que en la empresa, cómo gestionar su Talento. El éxito nunca es por casualidad. Depende de contar con una Estrategia integral (en el que el Talento individual y colectivo es el garante de los resultados), con un verdadero Equipo (un Equipo es un grupo que genera sinergias), con una eficaz gestión de sus Emociones (Entusiasmo, Espíritu de Superación, Serenidad, Optimismo), con un Empeño disciplinado y riguroso y con el Equilibrio entre flexibilidad y perseverancia, sin caer en la euforia y en la disforia.

La Roja que ha terminado invicta (tantas victorias como partidos) la fase de clasificación del mundial, el “Pep team” de las seis copas, la selección española de tenis que nos ha ilusionado en Logroño contra Suiza, la de baloncesto que ganó con todo merecimiento en la Eurocopa de Polonia se parecen a nuestras mejores empresas: a Inditex y Desigual en la distribución textil, a Mapfre en los seguros, a Abengoa entre las empresas industriales, a Banesto y la Kutxa entre las entidades financieras, a IPG Flexo entre las pymes... Organizaciones que sobresalen porque son meritocracias, porque comparten una hoja de ruta, un diseño organizativo razonable, una cierta gestión del desempeño, una promoción transparente, una compensación equitativa y competitiva, un clima laboral de satisfacción, rendimiento y desarrollo, una cultura de coaching.

Como causa prima de todo ello, el liderazgo, la calidad directiva, que explica más del 60% de la capacidad competitiva de una empresa. Es lo que los especialistas del mundo del deporte llaman, con John Carlin a la cabeza, “la centralidad del entrenador”. Los mejores equipos deportivos lo son porque sus entrenadores son de gran calidad. Las mejores empresas sobreviven y avanzan porque cuentan con líderes a todos los niveles de la organización. Un club puede invertir cientos de millones de euros en talento, pero si no dispone de un gran entrenador que convierte ese talento potencial en real, en un auténtico equipo, un rival en principio menor (el Alcorcón, el Olympique de Lyon) le puede eliminar de la competición. Un entrenador dedicado, optimista, sereno, concienzudo, un “Pep Guardiola” puede lograr en su primer año en la élite convertirse en el mejor del mundo.

El que quiera, que aprende. El que no, que se lamente.


Eurotalent.
Publicado en Dossier Empresarial, en Marzo de 2010

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