30 septiembre 2010

¿Quién dijo miedo?



“Miedo”, término, según la RAE cuyo significado es:
1. “Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”.
2. “Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea”.

Cada una de las definiciones tiene un aspecto dignos de analizar y mencionar. Es curioso cuando en la primera habla de riesgo real o imaginario. Lo que viene a decir es que no es totalmente necesario que el peligro sea un suceso real u objetivo, de hecho esto no es en absoluto cierto, el miedo es un sentimiento que nace en nuestra cabeza, en la de cada uno, de ahí que sea totalmente subjetivo. Esta es una idea que cuesta asimilar, a menudo todos estamos seguros que hay estímulos que son precursores de este tipo de respuesta en concreto, pero ¿y si les demostrara que se equivocan? Veamos un ejemplo.

Cuando una persona va a cruzar la calle, normalmente lo hará por un lugar seguro, como un paso de peatones o un semáforo (aunque esto no siempre ocurre así), y normalmente mirará si viene algún coche, antes de pasar. Este es el comportamiento lógico de alguien que pretende evitar un accidente, es decir, tiene miedo a ser atropellado, de hecho la simple idea de que algo pudiera ocurrir le llega a erizar la piel. Ahora pensemos en otra persona que desea sufrir un accidente para recibir una baja laboral y ser indemnizado (¿difícil de imaginar?, por desgracia este suceso se repite con una cierta frecuencia). Dejando a un lado comentarios personales, podemos comprobar la certeza de mi anterior afirmación: el miedo es objetivo e interno, creado por la propia persona, en base a un conjunto de aprendizajes que ha ido adquiriendo a lo largo de su vida hasta ese momento presente.

Y para terminar de rizar el rizo permítanme que les plantee la siguiente pregunta: ¿Es posible que usted decida de forma consciente qué desea temer y a qué no está dispuesto a tener miedo? La respuesta es: Sí. Ante lo cual propongo una última cuestión: ¿Por qué decide tener miedo a algo? Esta respuesta, evidentemente, la dejo a su libre elección.

El miedo es una emoción básica que experimentan tanto personas como animales y cuya finalidad es la supervivencia. El miedo nos hace huir de una situación de peligro, activa nuestros músculos y prepara nuestro organismo, dejándolo listo para reaccionar adecuadamente en el menor espacio de tiempo posible. El problema, es que si la intensidad de la emoción es muy fuerte, puede llegar a paralizar. ¿Sería entonces adaptativo? ¿Nos permitiría adaptarnos al entorno o por el contrario entorpecería nuestro avance? ¿Quién pone el límite donde lo deseable deja de serlo? Sólo usted.

La segunda definición que apuntábamos más arriba tiene un matiz diferente, con la expresión: que le suceda algo contrario a lo que desea está haciendo referencia al hecho de crearse expectativas. Cuando interpretamos que hemos tenido un fracaso, o simplemente, que las cosas salen de forma diferente a nuestro deseo, surgen varias emociones: por un lado rabia, provocada por la insatisfacción e inseguridad de comprobar que no hemos sabido controlar la situación, y por otro el temor a que este hecho se vuelva a repetir. Es curioso como en este caso se asocia el miedo con la frustración.

Fuera ya de todas estas definiciones quiero compartir con ustedes una interesante conversación que inició un compañero de Eurotalent nuestro primer día de reincorporación al trabajo a la vuelta de las vacaciones de verano. Comentaba que, en distintas ocasiones ha tenido la oportunidad de corroborar determinada afirmación, que no es otra, que la progresiva pérdida de ese miedo generalizado que existía hacia la crisis hasta hace poco tiempo. la gente con ganas de avanzar ha dejado a un lado los temores y preocupaciones, ha aprendido que no sirven más que para entorpecer el proceso (el miedo es paralizante y conlleva pérdida de autoestima), que es algo interno, que “yo decido” tener o no tener, y a partir de aquí han iniciado el proceso de cambio. Sin miedo empieza el camino, pero esta vez el camino acertado. ¡Enhorabuena a todos ellos. Le doy la bienvenida a la nueva era y a las grandes e infinitas oportunidades que se le presentan y que ahora SÍ que es usted capaz de ver. Desde Eurotalent seguimos impulsando estos movimientos y actitudes tan acertadas y con final exitoso asegurado. ¡Cuenta con nuestro apoyo, adelante!


Eurotalent.

No hay comentarios:

Publicar un comentario