05 julio 2012

Los secretos de la motivación

Tomando prestado el título de uno de los recientes libros de nuestro admirado filósofo y profesor José Antonio Marina que él escribe para padres y profesores, colocamos el foco en la motivación profesional para recordar algunas claves que resultan muy necesarias para incorporar a los colaboradores al paradigma de conseguir remontar la crisis a través de la recuperación de la competitividad en la empresa.

Ahí van siete reflexiones para centrar la cuestión:
  1. Definir la motivación no es fácil, se trata de un concepto de la psicología que incluso los propios psicólogos debatieron eliminar en algún momento del pasado siglo. Quizá sea más elocuente localizar la motivación en su contexto del comportamiento humano siguiendo la teoría de Spencer & Spencer: las personas nos comportamos –y por ende mostramos nuestro grado de competencia- en función de nuestras aptitudes que, como veremos son tangibles y de nuestras actitudes que son intangibles.

    Las aptitudes integran tanto los conocimientos (“lo sé hacer”) como las habilidades (“soy capaz”) Las actitudes son una mezcla más compleja que además se produce en el interior de las personas y genera comportamientos en los que resulta muy complicado apreciar sus elementos constitutivos. Podemos compararlo con la escala musical de cuatro notas en el que Do sería la autoimagen (“Soy así”); Re serían los valores (“deseo hacerlo”); Mi serían los rasgos de personalidad (“suelo hacerlo”); y Fa los motivos (“Me gusta hacerlo”).

    En definitiva, la motivación es una combinación de varios elementos que a continuación señalaremos y que mueven a la persona a moverse, a la acción. La motivación es energía, es fuerza para actuar, para no rendirse, para perseverar, para resistir cuando todo parece acabado, es disfrutar al hacer algo, es recrearse, divertirse, deleitarse en la acción.

  2. Se puede motivar a otros y también motivarse uno mismo descubriendo una persona lo que le gusta hacer (siempre que encaje con su autoimagen, valores y rasgos) ¡Muy complejo, pero factible!. 

  3. Siguiendo con las aproximaciones a la motivación, Marina distingue en ella tres elementos: un deseo, considerado valioso por la persona, los facilitadores de la tarea. El proceso para que una motivación funciones viene a ser el siguiente: se desea algo; se evalúa el valor de ese deseo (sólo se mantienen aquéllos deseos que se juzgan interesantes); se accionan todas las que Marina llama circunstancias facilitadoras que pueden conseguir la satisfacción del deseo (externos –p.e. como se presenta el objetivo deseado-; internos –facilidad para llevar a cabo la tarea necesaria para lograr lo deseado; capacidad para alcanzarlo… -.

  4. No acaba aquí la caracterización de la motivación pues se distingue entre una motivación de inicio (quiero dejar de fumar, decisión titánica que retarda la asunción de este deseo con múltiples pretextos, hasta que por fin se toma) y una motivación para la tarea (para mantener el deseo, persistir en el esfuerzo, aplazar la recompensa).

  5. Si la motivación es en primer lugar la asunción de un deseo, la depresión es un desplome de nuestra capacidad de desear ¿A qué viene esto? A proporcionar a nuestros lectores hipocondríacos que lo necesiten un agradable e inesperado chute de endorfinas pues un desmotivado ¿a quién va a motivar?

  6. La motivación correlaciona mucho con el clima laboral. Trabajar para mejorar dicho clima en sus variables trascendentales sirve para aumentar la motivación (y los resultados) ¿cuáles son las principales variables del clima? El compendio de respuestas del colectivo a las siguientes preguntas. ¿qué se espera de mí?; ¿cómo lo tengo que hacer?; ¿qué puedo aportar?; ¿qué puedo innovar?; ¿qué reto nos hemos marcado?; ¿en qué soy reconocido?; ¿qué ventaja tenemos como equipo?

  7. Para un directivo motivarse y estimular a otros para que se motiven es un proceso difícil. Desmotivarse y desmotivar a otros, en cambio, es bastante fácil (sobre todo cuando se trata de personas con baja resiliencia)
¿Y esto cómo sigue? ¿Cómo fluir entonces? ¿Cómo influir en la conducta de los demás? ¿Cómo confluir en un equipo directivo cada vez más sintonizado en su motivación? Y lo qué es más difícil ¿cómo conseguir que a mí me guste, desee y suela hacer algo y cómo conseguirlo en los otros? Pues depende: ¿dirige usted a otras personas o sólo le dirigen?; ¿desea automotivarse o motivar a otros, ya sean colaboradores, pares o jefes?
- Pero todo esto yo ya lo sabía, no hay nada nuevo y su utilidad tendiendo a 0.
- Bueno de acuerdo en que ya lo sabía usted, pero la novedad y la utilidad radican en que a partir de ahora se lo aplique y lo aplique en su entorno, debidamente.


Eurotalent

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